Salmos 44

Una súplica por la ayuda de Dios en tiempos de angustia y derrota

2 min de lectura

4 Tú, oh Dios, eres mi rey: manda saludes á Jacob.
6 Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.
8 En Dios nos gloriaremos todo tiempo, y para siempre loaremos tu nombre. (Selah.)
11 Pusístenos como á ovejas para comida, y esparcístenos entre las gentes.
12 Has vendido tu pueblo de balde, y no pujaste en sus precios.
14 Pusístenos por proverbio entre las gentes, por movimiento de cabeza en los pueblos.
15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y cúbreme la confusión de mi rostro,
21 ¿No demandaría Dios esto? porque él conoce los secretos del corazón.
22 Empero por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el matadero.
23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.
26 Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.