Salmos 38

Una Oración por Misericordia y Sanación en Tiempos de Sufrimiento

2 min de lectura

2 Porque tus saetas descendieron á mí, y sobre mí ha caído tu mano.
5 Pudriéronse, corrompiéronse mis llagas, á causa de mi locura.
6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.
7 Porque mis lomos están llenos de irritación, y no hay sanidad en mi carne.
9 Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.
13 Mas yo, como si fuera sordo, no oía; y estaba como un mudo, que no abre su boca.
14 Fuí pues como un hombre que no oye, y que en su boca no tiene reprensiones.
15 Porque á ti, oh Jehová, esperé yo: tú responderás, Jehová Dios mío.
18 Por tanto denunciaré mi maldad; congojaréme por mi pecado.
20 Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
21 No me desampares, oh Jehová: Dios mío, no te alejes de mí.
22 Apresúrate á ayudarme, oh Señor, mi salud.