CrossTalk
Buscar
Registrarse
Open main menu
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Buscar
Seleccionar idioma
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Tema
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Inicio
Biblia Sagrada
Mateo
Mateo 6
Mateo 6
Enseñanza sobre la Oración, el Ayuno y la Confianza en la Provisión de Dios
4 min de lectura
0 Me gusta
0
Guardar
1
MIRAD que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
2
Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
3
Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
4
Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
5
Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
6
Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
7
Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
8
No os hagáis, pues, semejantes á ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
9
Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
10
Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
11
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
12
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
14
Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
15
Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
16
Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
17
Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
18
Para no parecer á los hombres que ayunas, sino á tu Padre que está en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
19
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan y hurtan;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
20
Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
21
Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
22
La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
23
Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
24
Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
25
Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, ó qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
27
Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
28
Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
29
Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
30
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
31
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
32
Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
34
Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
Anterior
Siguiente
Descargar CrossTalk
MATEO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
LOS EVANGELIOS
Mateo
Marcos
Lucas
Juan