Job 5

Elifaz aconseja a Job sobre la disciplina y liberación de Dios

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2 Es cierto que al necio la ira lo mata, y al codicioso consume la envidia.
3 Yo he visto al necio que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación.
6 Porque la iniquidad no sale del polvo, ni la molestia brota de la tierra.
8 Ciertamente yo buscaría á Dios, y depositaría en él mis negocios:
9 El cual hace cosas grandes é inescrutables, y maravillas que no tienen cuento:
10 Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, y envía las aguas por los campos:
11 Que pone los humildes en altura, y los enlutados son levantados á salud:
12 Que frustra los pensamientos de los astutos, para que sus manos no hagan nada:
14 De día se topan con tinieblas, y en mitad del día andan á tientas como de noche:
15 Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta;
16 Pues es esperanza al menesteroso, y la iniquidad cerrará su boca.
18 Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: él hiere, y sus manos curan.
19 En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal.
20 En el hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra de las manos de la espada.
22 De la destrucción y del hambre te reirás, y no temerás de las bestias del campo:
24 Y sabrás que hay paz en tu tienda; y visitarás tu morada, y no pecarás.
27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: óyelo, y juzga tú para contigo.