Job 4

Primer Discurso de Elifaz: Los Inocentes No Sufren

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1 Y RESPONDIÓ Eliphaz el Temanita, y dijo:
3 He aquí, tú enseñabas á muchos, y las manos flacas corroborabas;
4 Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían.
6 ¿Es este tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la perfección de tus caminos?
8 Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan.
9 Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.
11 El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.
12 El negocio también me era á mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.
13 En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,
14 Sobrevínome un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos:
15 Y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne.
18 He aquí que en sus siervos no confía, y notó necedad en sus ángeles;
21 ¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y sin sabiduría.