CrossTalk
Buscar
Registrarse
Open main menu
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Buscar
Seleccionar idioma
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Tema
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Inicio
Biblia Sagrada
Jeremías
Jeremías 52
Jeremías 52
La caída de Jerusalén y el destino del rey Sedequías.
5 min de lectura
0 Me gusta
0
Guardar
1
ERA Sedechîas de edad de veintiún años cuando comenzó á reinar, y reinó once años en Jerusalem. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
2
E hizo lo malo en los ojos de Jehová, conforme á todo lo que hizo Joacim.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
3
Y á causa de la ira de Jehová contra Jerusalem y Judá, fué el llegar á echarlos de su presencia: y rebelóse Sedechîas contra el rey de Babilonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
4
Aconteció por tanto á los nueve años de su reinado, en el mes décimo, á los diez días del mes, que vino Nabucodonosor rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalem, y contra ella asentaron campo, y de todas partes edificaron contra ella baluartes.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
5
Y estuvo cercada la ciudad hasta el undécimo año del rey Sedechîas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
6
En el mes cuarto, á los nueve del mes, prevaleció el hambre en la ciudad, hasta no haber pan para el pueblo de la tierra.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
7
Y fué entrada la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron, y saliéronse de la ciudad de noche por el camino del postigo de entre los dos muros, que había cerca del jardín del rey, y fuéronse por el camino del desierto, estando aún los Caldeos junto á la ciudad alrededor.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
8
Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y alcanzaron á Sedechîas en los llanos de Jericó; y esparcióse de él todo su ejército.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
9
Entonces prendieron al rey, é hiciéronle venir al rey de Babilonia, á Ribla en tierra de Hamath, donde pronunció contra él sentencia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
10
Y degolló el rey de Babilonia á los hijos de Sedechîas delante de sus ojos, y también degolló á todos los príncipes de Judá en Ribla.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
11
A Sedechîas empero sacó los ojos, y le aprisionó con grillos, é hízolo el rey de Babilonia llevar á Babilonia; y púsolo en la casa de la cárcel hasta el día en que murió.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
12
Y en el mes quinto, á los diez del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino á Jerusalem Nabuzaradán, capitán de la guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
13
Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalem; y abrasó con fuego todo grande edificio.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
14
Y todo el ejército de los Caldeos, que venía con el capitán de la guardia, destruyó todos los muros de Jerusalem en derredor.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
15
E hizo trasportar Nabuzaradán, capitán de la guardia, los pobres del pueblo, y toda la otra gente vulgar que en la ciudad habían quedado, y los fugitivos que se habían huído al rey de Babilonia, y todo el resto de la multitud vulgar.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
16
Mas de los pobres del país dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para viñadores y labradores.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
17
Y los Caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron todo el metal á Babilonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
18
Lleváronse también los calderos, y los badiles, y los salterios, y las bacías, y los cazos, y todos los vasos de metal con que se servían.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
19
Y las copas, é incensarios, y tazones, y ollas, y candeleros, y escudillas, y tazas: lo que de oro de oro, y lo que de plata de plata, se llevó el capitán de la guardia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
20
Las dos columnas, un mar, y doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas, que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová: no se podía pesar el metal de todos estos vasos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
21
Cuanto á las columnas, la altura de la columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba: y su grueso era de cuatro dedos, y hueca.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
22
Y el capitel de bronce que había sobre ella, era de altura de cinco codos, con una red y granadas en el capitel alrededor, todo de bronce; y lo mismo era lo de la segunda columna con sus granadas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
23
Había noventa y seis granadas en cada orden: todas ellas eran ciento sobre la red alrededor.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
24
Tomó también el capitán de la guardia á Seraías principal sacerdote, y á Sophonías segundo sacerdote, y tres guardas del atrio.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
25
Y de la ciudad tomó un eunuco que era capitán sobre los hombres de guerra, y siete hombres de los continuos del rey, que se hallaron en la ciudad; y al principal secretario de la milicia, que revistaba el pueblo de la tierra para la guerra; y sesenta hombres del vulgo del país, que se hallaron dentro de la ciudad.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
26
Tomólos pues Nabuzaradán, capitán de la guardia, y llevólos al rey de Babilonia á Ribla.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
27
Y el rey de Babilonia los hirió, y los mató en Ribla en tierra de Hamath. Así fué Judá trasportado de su tierra.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
28
Este es el pueblo que Nabucodonosor hizo trasportar: En el año séptimo, tres mil veintitrés Judíos:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
29
En el año dieciocho hizo Nabucodonosor trasportar de Jerusalem ochocientas treinta y dos personas:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
30
El año veintitrés de Nabucodonosor, trasportó Nabuzaradán capitán de la guardia, setecientas cuarenta y cinco personas de los Judíos: todas las personas fueron cuatro mil seiscientas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
31
Y acaeció que en el año treinta y siete de la cautividad de Joachîn rey de Judá, en el mes duodécimo, á los veinticinco del mes, Evil-merodach, rey de Babilonia, en el año primero de su reinado, alzó la cabeza de Joachîn rey de Judá y sacólo de la casa de la cárcel;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
32
Y habló con él amigablemente, é hizo poner su silla sobre las sillas de los reyes que estaban con él en Babilonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
33
Hízole mudar también los vestidos de su prisión, y comía pan delante de él siempre todos los días de su vida.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
34
Y continuamente se le daba ración por el rey de Babilonia, cada cosa en su día por todos los de su vida, hasta el día de su muerte.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
Anterior
Siguiente
Descargar CrossTalk
JEREMÍAS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
PROFETAS MAYORES
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel