CrossTalk
Buscar
Registrarse
Open main menu
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Buscar
Seleccionar idioma
Spanish | Español
English | English
Portuguese | Português
Tema
Alternar modo oscuro
Iniciar sesión
Registrarse
Inicio
Biblia Sagrada
Hechos de los Apóstoles
Hechos de los Apóstoles 20
Hechos de los Apóstoles 20
La despedida de Pablo a los ancianos de Éfeso y su viaje hacia Jerusalén
4 min de lectura
0 Me gusta
0
Guardar
1
Y DESPUÉS que cesó el alboroto, llamando Pablo á los discípulos habiéndoles exhortado y abrazado, se despidió, y partió para ir á Macedonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
2
Y andado que hubo aquellas partes, y exhortádoles con abundancia de palabra, vino á Grecia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
3
Y después de haber estado allí tres meses, y habiendo de navegar á Siria, le fueron puestas asechanzas por los Judíos; y así tomó consejo de volverse por Macedonia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
4
Y le acompañaron hasta Asia Sopater Bereense, y los Tesalonicenses, Aristarco y Segundo; y Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tychîco y Trófimo.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
5
Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
6
Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos y vinimos á ellos á Troas en cinco días, donde estuvimos siete días.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
7
Y el día primero de la semana, juntos los discípulos á partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la media noche.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
8
Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban juntos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
9
Y un mancebo llamado Eutichô que estaba sentado en la ventana, tomado de un sueño profundo, como Pablo disputaba largamente, postrado del sueño cayó del tercer piso abajo, y fué alzado muerto.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
10
Entonces descendió Pablo, y derribóse sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que su alma está en él.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
11
Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
12
Y llevaron al mozo vivo, y fueron consolados no poco.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
13
Y nosotros subiendo en el navío, navegamos á Assón, para recibir de allí á Pablo; pues así había determinado que debía él ir por tierra.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
14
Y como se juntó con nosotros en Assón, tomándole vinimos á Mitilene.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
15
Y navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Chîo, y al otro día tomamos puerto en Samo: y habiendo reposado en Trogilio, al día siguiente llegamos á Mileto.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
16
Porque Pablo se había propuesto pasar adelante de Efeso; por no detenerse en Asia: porque se apresuraba por hacer el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalem.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
17
Y enviando desde Mileto á Efeso, hizo llamar á los ancianos de la iglesia.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
18
Y cuando vinieron á él, les dijo: Vosotros sabéis cómo, desde el primer día que entré en Asia, he estado con vosotros por todo el tiempo,
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
19
Sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los Judíos:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
20
Cómo nada que fuese útil he rehuído de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
21
Testificando á los Judíos y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
22
Y ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy á Jerusalem, sin saber lo que allá me ha de acontecer:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
23
Mas que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones y tribulaciones me esperan.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
24
Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
25
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, por quien he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
26
Por tanto, yo os protesto el día de hoy, que yo soy limpio de la sangre de todos:
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
27
Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
28
Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
29
Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado;
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
30
Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
31
Por tanto, velad, acordándoos que por tres años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas á cada uno.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
32
Y ahora, hermanos, os encomiendo á Dios, y á la palabra de su gracia: el cual es poderoso para sobreedificar, y daros heredad con todos los santificados.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
33
La plata, ó el oro, ó el vestido de nadie he codiciado.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
34
Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y á los que están conmigo, estas manos me han servido.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
35
En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
36
Y como hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
37
Entonces hubo un gran lloro de todos: y echándose en el cuello de Pablo, le besaban,
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
38
Doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, que no habían de ver más su rostro. Y le acompañaron al navío.
Open verse menu
Explorar
Me gusta
Guardar
Marcar como leído
Copiar
Anterior
Siguiente
Descargar CrossTalk
HECHOS DE LOS APÓSTOLES
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
LIBROS HISTÓRICOS
Josué
Jueces
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Hechos de los Apóstoles